Les dejo este extracto del libro de Rosa Jové "La crianza feliz", donde explica por qué es importante NO separar a la madre y al bebé que acaba de nacer:
"El bebé acaba de nacer, ha estado nueve meses con usted y no
es cuestión de cambiar eso en un minuto.
Las hormonas liberadas por la madre y por el bebé durante
las contracciones y el parto no se eliminan inmediatamente, sino que se van
eliminando poco a poco y son las responsables de que se establezca este vínculo
afectivo entre la madre y su bebé. Este periodo se denomina "periodo
sensible" y va a jugar un papel crucial en la relación materno-filial que
se establezca. Por ello es fundamental que todos los cuidados que se
proporcionen a la pareja mamá-bebé durante este periodo tengan como premisa
respetar este momento y no realizar ninguna intervención que implique
separarlos o desviar la atención de uno hacia el otro.
De esta forma, la fisiología del posparto también
evolucionará correctamente, favoreciendo, por ejemplo, que los niveles
hormonales mantengan el útero contraído (evitando así la hemorragia posparto).
Este contacto piel con piel entre la madre y el recién nacido tras el parto favorece no sólo el vínculo, sino que propicia:
La sincronía térmica. Hay una sincronía entre la temperatura
corporal de la madre (unos 36-37°C) y el bebé. El bebé depositado sobre el
pecho desnudo de la madre "sube" su temperatura de forma más rápida
que envuelto en las mejores mantas y depositado en la más eficaz de las incubadoras.
La reducción del llanto del bebé. Como todo bebé altricial,
necesita del cuidado de otros para su supervivencia, por lo tanto, el no sentir
a alguien cerca le provoca respuestas de llamada hacia el cuidador. Eso es el
llanto del bebé separado.
Todos los bebés, al ser separados de la madre, responden con
lo que se llama protesta de desesperación. Lloran ininterrumpidamente para
conseguir volver a reunirse con la madre. Sólo dejan de llorar cuando ya no
tienen fuerzas para seguir haciéndolo. El llanto prolongado provoca estrés y el
bebé estresado cae en la desesperación. La temperatura corporal baja para
ahorrar energías y poder sobrevivir más tiempo solo. La frecuencia cardíaca se
hace inestable y la respiración se altera significativamente.
El bebé es colonizado por las bacterias de la madre. Estar
con la madre favorece la colonización del bebé de la flora bacteriana de la
madre, lo que impide que otros gérmenes patógenos lo hagan, evitando así
infecciones nosocomiales (infección contraída en el hospital).
La reducción del estrés. Un recién nacido separado tiene a
las seis horas de nacer el doble de cantidad de hormonas de estrés que un
recién nacido que haya permanecido en contacto piel con piel con su madre.
Fomenta el inicio de la lactancia y la buena marcha de ésta,
ya que el bebé dejado al pecho suele reptar e iniciar la lactancia por si solo.
Pero sobre todo empieza a tomar calostro, de vital importancia para el recién
nacido.
Fomenta la vinculación entre la madre y el hijo, no sólo en
los primeros momentos, sino hasta edades muy prolongadas. "No hay un
tiempo de separación seguro. La separación siempre daña. Lo correcto es no
separar en absoluto" (Asociación El Parto Es Nuestro).
No olvidemos que el parto conlleva el nacimiento de un nuevo
ser que tiene derecho a ser recibido con respeto a sus necesidades básicas, con
seguridad pero con amor. Las separaciones injustificadas del recién nacido/a de
su madre no son inocuas, ya que el mejor sitio en el que pueden estar los bebés
es en brazos de su madre y recibir así su calor, amor, protección y, por supuesto,
el mejor alimento: su leche.
Algunos se
preguntarán cómo se va a llevar a cabo la exploración del recién nacido si no
es separado de su madre. En la "Estrategia de atención al parto
normal" del Ministerio de Sanidad y Consumo se explica que lo más importante,
una vez el niño ya está en este mundo, es la identificación y el test Apgar.
Las dos cosas pueden ser realizadas permaneciendo encima de su madre. Y cuando
finalice este contacto precoz, (unos setenta minutos), entonces ya se puede
realizar el pesado del niño, la profilaxis ocular, vitamina K... en presencia
de los padres y con su consentimiento.
Es decir, que
después de un periodo prudencial, son los padres los que deciden cuándo se le
practican esas pruebas al bebé.
Hace unos años el
equipo de Karolinska Institutet de Estocolmo realizó el siguiente estudio en el
Hpspital 12 de Octubre: "Separation Distress Call in the Human Neonate in
the absence of Maternal Body Contact". Querían estudiar los efectos de la
separación sobre los bebés y tuvieron que venir hasta aquí porque las leyes
suecas impiden la separación de madre-bebé tras el nacimiento."
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