miércoles, 5 de noviembre de 2014

El periodo sensible: ¡Que no os separen!


Les dejo este extracto del libro de Rosa Jové "La crianza feliz", donde explica por qué es importante NO separar a la madre y al bebé que acaba de nacer:

"El bebé acaba de nacer, ha estado nueve meses con usted y no es cuestión de cambiar eso en un minuto.
  Las hormonas liberadas por la madre y por el bebé durante las contracciones y el parto no se eliminan inmediatamente, sino que se van eliminando poco a poco y son las responsables de que se establezca este vínculo afectivo entre la madre y su bebé. Este periodo se denomina "periodo sensible" y va a jugar un papel crucial en la relación materno-filial que se establezca. Por ello es fundamental que todos los cuidados que se proporcionen a la pareja mamá-bebé durante este periodo tengan como premisa respetar este momento y no realizar ninguna intervención que implique separarlos o desviar la atención de uno hacia el otro.
  De esta forma, la fisiología del posparto también evolucionará correctamente, favoreciendo, por ejemplo, que los niveles hormonales mantengan el útero contraído (evitando así la hemorragia posparto).
  Este contacto piel con piel entre la madre y el recién nacido tras el parto favorece no sólo el vínculo, sino que propicia:  

La sincronía térmica. Hay una sincronía entre la temperatura corporal de la madre (unos 36-37°C) y el bebé. El bebé depositado sobre el pecho desnudo de la madre "sube" su temperatura de forma más rápida que envuelto en las mejores mantas y depositado en la más eficaz de las incubadoras. 

La reducción del llanto del bebé. Como todo bebé altricial, necesita del cuidado de otros para su supervivencia, por lo tanto, el no sentir a alguien cerca le provoca respuestas de llamada hacia el cuidador. Eso es el llanto del bebé separado.

Todos los bebés, al ser separados de la madre, responden con lo que se llama protesta de desesperación. Lloran ininterrumpidamente para conseguir volver a reunirse con la madre. Sólo dejan de llorar cuando ya no tienen fuerzas para seguir haciéndolo. El llanto prolongado provoca estrés y el bebé estresado cae en la desesperación. La temperatura corporal baja para ahorrar energías y poder sobrevivir más tiempo solo. La frecuencia cardíaca se hace inestable y la respiración se altera significativamente. 

El bebé es colonizado por las bacterias de la madre. Estar con la madre favorece la colonización del bebé de la flora bacteriana de la madre, lo que impide que otros gérmenes patógenos lo hagan, evitando así infecciones nosocomiales (infección contraída en el hospital). 

La reducción del estrés. Un recién nacido separado tiene a las seis horas de nacer el doble de cantidad de hormonas de estrés que un recién nacido que haya permanecido en contacto piel con piel con su madre.

Fomenta el inicio de la lactancia y la buena marcha de ésta, ya que el bebé dejado al pecho suele reptar e iniciar la lactancia por si solo. Pero sobre todo empieza a tomar calostro, de vital importancia para el recién nacido. 

Fomenta la vinculación entre la madre y el hijo, no sólo en los primeros momentos, sino hasta edades muy prolongadas. "No hay un tiempo de separación seguro. La separación siempre daña. Lo correcto es no separar en absoluto" (Asociación El Parto Es Nuestro).

No olvidemos que el parto conlleva el nacimiento de un nuevo ser que tiene derecho a ser recibido con respeto a sus necesidades básicas, con seguridad pero con amor. Las separaciones injustificadas del recién nacido/a de su madre no son inocuas, ya que el mejor sitio en el que pueden estar los bebés es en brazos de su madre y recibir así su calor, amor, protección y, por supuesto, el mejor alimento: su leche. 
  Algunos se preguntarán cómo se va a llevar a cabo la exploración del recién nacido si no es separado de su madre. En la "Estrategia de atención al parto normal" del Ministerio de Sanidad y Consumo se explica que lo más importante, una vez el niño ya está en este mundo, es la identificación y el test Apgar. Las dos cosas pueden ser realizadas permaneciendo encima de su madre. Y cuando finalice este contacto precoz, (unos setenta minutos), entonces ya se puede realizar el pesado del niño, la profilaxis ocular, vitamina K... en presencia de los padres y con su consentimiento. 
  Es decir, que después de un periodo prudencial, son los padres los que deciden cuándo se le practican esas pruebas al bebé. 
 Hace unos años el equipo de Karolinska Institutet de Estocolmo realizó el siguiente estudio en el Hpspital 12 de Octubre: "Separation Distress Call in the Human Neonate in the absence of Maternal Body Contact". Querían estudiar los efectos de la separación sobre los bebés y tuvieron que venir hasta aquí porque las leyes suecas impiden la separación de madre-bebé tras el nacimiento."

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