Según un nuevo estudio, los palmazos pueden causar problemas mentales de por vida en los niños
Para algunos, el palmazo o nalgada ha sido durante mucho tiempo la
forma de castigar a niños desobedientes. De acuerdo con un informe del
2014 de la UNICEF, hasta el 80 por ciento de todos los padres de todo el
mundo da palmazos a sus hijos. Sin embargo, un nuevo estudio confirmó
que los palmazos son contraproducentes, y cuánto más palmadas reciba un niño, más probabilidades hay de que desafíe a sus padres.
El estudio de la Universidad de Texas en Austin (UTA) y la Universidad
de Michigan fue publicado en la edición de abril del "Journal of Family
Psychology" (diario de psicología familiar), y analizó 50 años de datos
de más de 160.000 niños. Elizabeth Gershoff, co-autora del estudio y
profesora asociada de desarrollo humano y ciencias de la familia en la
UTA, explicó que el estudio se limitó a los efectos de palmazos en
general, y no a comportamientos potencialmente abusivos*. En este
estudio, el palmazo se define como "un golpe con la mano abierta en el
trasero o las extremidades".
Se concluyó que los palmazos también puede causar problemas sociales y de desarrollo para toda la vida. El estudio encontró que a medida que la cantidad de golpes aumenta, también lo hace la probabilidad de un mayor comportamiento antisocial, agresividad, problemas de salud mental y dificultades cognitivas. Gershoff explica: "Encontramos que los azotes se asocian con resultados perjudiciales, no deseados, y no se asocian con una mayor obediencia inmediata o a largo plazo (algo que buscan los padres cuando "disciplinan" a sus hijos así)". Básicamente, las nalgadas no funcionan, afirma el estudio.
"Nosotros, como sociedad, pensamos que el
palmazo y el abuso físico son conductas diferentes." dijo Gershoff. "Sin
embargo, nuestra investigación muestra que los palmazos se vinculan con
los mismos resultados negativos que el abuso, sólo que a un grado
ligeramente menor. Esperamos que nuestro estudio pueda ayudar a educar a
los padres sobre los daños potenciales de los palmazos y los impulse a
probar formas positivas y no punitivas de disciplina." Gershoff fue
co-autora del estudio junto a Andrew Grogan-Kaylor, profesor asociado de
trabajo social en la Universidad de Michigan.
*Aclaración: En esta página consideramos que una nalgada o palmazo si ES abuso.
*Aclaración: En esta página consideramos que una nalgada o palmazo si ES abuso.
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