sábado, 13 de septiembre de 2014

¿Qué dicen las investigaciones serias sobre el colecho?

"Colecho" significa dormir junto a tu bebé. Puede ser en la misma cama, o en una cuna de colecho (adosada a la cama y a la misma altura). También se puede adaptar una cuna común y corriente, eliminando los barrotes de un lado, y ajustando la altura para que quede a la misma altura que la cama de los padres. La idea es que el bebé esté suficientemente cerca para sentir la presencia de los padres, y para que no sea necesario levantarse para poder acariciarlo o darle de mamar. 


 Los medios de comunicación populares han tratado de disuadir a los padres de compartir el sueño con sus bebés, llamando a esta práctica mundial insegura. La ciencia médica, sin embargo, no respalda esta conclusión. De hecho, las investigaciones muestran que el colecho es realmente más seguro que dormir solo. - Dr. Sears


1. El colecho promueve la regulación fisiológica
Se ha demostrado que la proximidad de los padres con el bebé cuando se colecha:
  • Ayuda a que el sistema nervioso inmaduro del bebé aprenda a autorregularse durante el sueño.
  • Previene el síndrome de muerte súbita al impedir que el niño entre en estados de sueño demasiado profundos.
  • Ayude al niño a "recordar" respirar a través de la respiración propia de los padres, ya que el dióxido de carbono exhalado por un padre estimula la respiración del bebé.
  • Estabilizar la temperatura del bebé.

2. El colecho reduce en gran medida el riesgo de muerte súbita
  • La investigación mundial muestra que la tasa de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es más baja (e incluso desconocida) en países donde el colecho es la norma y no la excepción.
  • Los bebés que duermen ya sea dentro o al lado de la cama de sus padres tienen una disminución de cuatro veces en el riesgo de SMSL.
  • Los bebés que colechan pasan más tiempo durmiendo boca arriba o de lado, lo que disminuye el riesgo de SMSL.
  • Un amplio estudio reciente concluyó que compartir la cama no aumenta el riesgo de muerte súbita, a menos que la madre sea fumadora o abuse del alcohol.

3. Colechar es más seguro que dormir en cuna
  • La Comisión de Seguridad para Consumidores de Productos (Consumer Product Safety Commission) publicó datos que describen muertes infantiles en las camas de adultos. Estos mismos datos, sin embargo, mostraron que hay más de 3 veces más muertes relacionadas con las cunas infantiles en comparación con los accidentes en cama de adultos.

4. Ambos, los padres y el bebé, duermen mejor
  • Las investigaciones muestran que los infantes que colechan casi nunca se sobresaltan durante el sueño y rara vez lloran durante la noche, en comparación con los que duermen en solitario, los que se sobresaltan en repetidas ocasiones a lo largo de la noche y pasan 4 veces más tiempo llorando. Los sobresaltos y el llanto liberan adrenalina, que aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo cual interfiere con el sueño reparador y conduce a ansiedad de sueño a largo plazo.
  • Debido a la proximidad con la madre, los bebés no necesitan despertarse por complete ni llorar para obtener una respuesta.
  • Las madres pueden atender al bebé antes de que ninguno de ellos se despierte completamente. Esto resulta en que las madres colechadoras tienen evaluaciones más positivas de sus experiencias durante la noche, ya que tienden a dormir mejor y despertarse menos totalmente.

5. Los bebés reciben más cuidados
  • Colechar aumenta la lactancia materna. Incluso la conservadora Academia Americana de Pediatría (AAP) admite las ventajas con respecto a la lactancia materna debido al colecho.
  • Las madres que colechan amamantan un promedio de dos veces más que las que no. Además de los beneficios de la lactancia materna, el acto de succión aumenta el flujo de oxígeno, lo cual es beneficioso tanto para el crecimiento como para las funciones inmunes.
  • Los bebés que colechan también reciben más atención y cuidado protector. Las madres que colechan exhiben cinco veces más conductas "de protección" (tales como ajustar la manta del bebé, acariciar o abrazar) que las madres que duermen en solitario. Estas madres también mostraron una mayor sensibilidad a la presencia del bebé en la cama.

6. Hay beneficios a largo plazo, incluyendo:
  • Mayor autoestima
    - Los niños (hombres) que colecharon con sus padres entre el nacimiento y los cinco años de edad tienen una autoestima significativamente mayor y experimentan menos culpa y ansiedad.
    - Para mujeres, colechar durante la infancia está asociado con una menor incomodidad al contacto físico y afecto de adultas.
    - Colechar parece promover la confianza, la autoestima y la intimidad, posiblemente al reflejar una actitud de aceptación de los padres.
  • Comportamiento positivo
    - En un Estudio de los padres en las bases militares, los niños que colechaban recibieron mejores evaluaciones de parte de sus profesores que los niños que dormían en solitario.
    - Un estudio reciente en Inglaterra, mostró que entre los niños que NUNCA habían dormido en la cama con sus padres, se observó una tendencia a ser más difíciles de controlar, menos felices, y presentar un mayor número de rabietas. Estos niños eran en realidad más miedosos que los niños que siempre dormían en la cama de sus padres, toda la noche.
  • Independencia
    Heron (1994) encontró que, en realidad, los niños que dormían en solitario eran los más difíciles de manejar (según lo informado por sus padres) y los que lidiaban menos bien con el estrés. Y estos fueron calificados como más dependientes (no menos) por parte de sus padres que lo que eran sus compañeros colechadores.
  • Aumento de la satisfacción con la vidaUn estudio grande y transcultural realizado en cinco grupos étnicos diferentes en las grandes ciudades de Estados Unidos encontró que, en todos los grupos, los colechadores exhibieron una sensación general de satisfacción con la vida.

Quiénes no deben practicar colecho
•   Los padres fumadores con un bebé menor de 14 semanas.    
•   Los padres que tomen medicamentos como somníferos, drogas o alcohol.    
•   Los progenitores con obesidad mórbida.

Normas para un colecho seguro
Unicef ha publicado un interesante manual en el Reino Unido sobre las normas (www.unicef.org.uk/Documents/Baby_Friendly/Leaflets/3/sharingbedleaflet.pdf) para practicar el colecho. En líneas generales, las principales medidas de seguridad son:  
•   No colocar al bebé entre cojines    
•   Si la cuna va adosada a la cama tapar los posibles huecos para que el bebé no quede atrapado entre los dos colchones. Tomar las mismas precauciones entre la cama y la pared.    
•   No colechar nunca en un sofá o sillón.    
•   Mejor dormir con almohadas separadas para evitar tapar la cabeza al bebé que duerme sin ella.    
•   No utilizar edredones pesados, con lazos o pliegues.    
•   Dejar la puerta de la habitación abierta para que exista una buena ventilación      
•   No practicar el colecho si alguno de los progenitores se siente muy cansado    
•   El bebé nunca debe dormir boca abajo


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Traducido y adaptado para: https://www.facebook.com/crianzaconapegorespetuosa
Textos originales: 
http://paleopregnancy.weebly.com/1/post/2012/04/the-benefits-of-co-sleeping.html
http://www.desarrolloinfantil.net/salud-infantil/colecho-dormir-o-no-dormir-con-los-hijos

Baby led Weaning, alimentación complementaria a demanda

"Baby led weaning" (BLW) significa literalmente "destete dirigido por el bebé", lo que en español hemos venido a denominar "alimentación complementaria a demanda".
Este término fue acuñado por Gill Rapley, matrona, nutricionista y directora adjunta de la Iniciativa de Hospitales Amigos de los Niños (IHAN) de UNICEF en el Reino Unido. Pero el método en si mismo es antiguo y muchas madres reconocen haberlo practicado sin necesidad de haberle puesto nombre.

¿Qué es?
 Se trata de una manera de introducir los sólidos en su dieta, permitiendo que sea el propio bebé quien guíe su alimentación. Se va presentando la comida como un juego, adaptando los trozos que se le ofrecen al bebé para que los pueda agarrar con la mano y manejarlos por si mismo. Esto le permite al bebé desarrollar las distintas habilidades que necesitará para comer (coordinación ojo-mano, masticación, deglución, pinza, etc.), respetando sus gustos y preferencias personales. Además se estimula la parte social de la alimentación, ya que al bebé se le incluye en los hábitos y rutinas familiares a la hora de la comida.

No es muy probable que hace miles de años nuestros antepasados le hayan preparado papillas o purés especiales a los bebés. Entonces...

¿Por que se inventaron las papillas?

A principios del siglo pasado se empezaron a vender las leches de fórmula, que no eran más que leche de vaca hervida, agua y azúcar. Muchas mujeres reemplazaron la lactancia por estas leches, con lo que surgió un problema de desnutrición infantil. Por eso hubo que iniciar la alimentación complementaria de forma prematura, a los 3 o 4 meses, para tratar de paliar las carencias nutricionales de las fórmulas. Esos niños no estaban preparados para alimentarse solos y por eso había que darles papillas, y era el médico quien controlaba la alimentación del bebé en riesgo de desnutrición.
Sin embargo la leche de fórmula ha mejorado mucho en las últimas décadas (aunque sigue siendo lo ideal dar leche materna) y actualmente la OMS, la UNICEF y las asociaciones de pediatría recomiendan esperar para comenzar con la alimentación complementaria. Los sistemas inmunitario y digestivo de los recién nacidos no están preparados para la comida hasta que alcanzan los seis meses de edad, aproximadamente. Además, antes de los 6 meses, ofrecer otros alimentos, jugos o agua no aporta ningún beneficio y desplaza a la leche materna, que tiene mayor aporte calórico, nutricional e inmunológico. La leche es todo lo que los bebés sanos necesitan hasta ese momento. Alrededor de los seis meses, los bebés son capaces de sentarse erguidos, coger pedazos de comida, llevárselos a la boca y masticarlos; es decir, se pueden alimentar ellos solos. Por lo tanto, si has esperado hasta ese momento para introducir la alimentación complementaria, has superado la etapa de los purés y papillas, y podrás comenzar su alimentación directamente con los trocitos.

¿Como saber si está preparado?
A partir de los 6 meses, los bebés pueden empezar a necesitar otros nutrientes, por ejemplo porque se agote la reserva de hierro. Pero esta es una edad orientativa. Hay lactantes que rechazan los alimentos hasta los 8-10 meses. No se les debe forzar sino esperar a que haya un desarrollo madurativo adecuado y muestren interés por la comida. No hay que perder de vista que el principal alimento hasta el año debe ser la leche, y que los alimentos son un complemento (por algo se llama "alimentación complementaria"). Hasta el año, la principal finalidad de la alimentación complementaria es educativa y no nutritiva, es decir, que el niño aprenda a comer por si solo, sin importar cuánto coma realmente. Aunque probablemente el niño ganaría más peso si lo forzáramos a comer mediante papillas, hay que recordar que un niño más gordo no es un niño más sano.

Señales de que está preparado para comenzar a comer:
- Espalda erguida: El bebé se mantiene sentado con la espalda erguida, lo que nos indica que el grado de maduración muscular a nivel digestivo también es suficiente. Si aún no es capaz de mantenerse sentado lo más probable es que la musculatura orofaríngea y sus capacidad de masticar/deglutir también sean insuficientes.
- Ha desaparecido el reflejo de extrusión: Este es un mecanismo de seguridad que tienen todos los recién nacidos para protegerse del atragantamiento, por el que expulsan cualquier objeto que entre en la boca. Suele desaparecer por si solo al rededor de los 6 meses si no se fuerza la introducción de alimentos antes de tiempo.
- Interés: El bebé muestra interés por los alimentos, mira al adulto cuando come y estira las manos.
- Sabe mostrar hambre y saciedad con sus gestos: Al acercarle comida, el bebé que tiene hambre abre la boca y mueve la cabeza hacia delante. En cambio, si el bebé está saciado, cierra la boca y aparta la cabeza.

Falsas señales
- Despertares nocturnos: A veces se introducen los sólidos precozmente pensando que el bebé se despierta por la noche porque tiene hambre. Los bebés se despiertan por múltiples motivos. Típicamente a partir de los 3 meses despiertan más por que desean comprobar si mamá todavía está cuidándolos. Alrededor de los 5 meses vuelven a despertar más porque comienzan a incorporar nuevas fases de sueño (nacen con 2 fases y deben llegar a las 5 que tiene un adulto) y entre fase y fase se despiertan. Si realmente tuviera hambre, un menor de 6 meses necesita el pecho o el biberón, no sólidos.
- Subida de peso más lenta: Hacia los 4 meses de edad la ganancia de peso se ralentiza (sobre todo en los bebés de pecho), y algunos padres y pediatras toman esto como señal para comenzar la introducción de sólidos. Sin embargo es un comportamiento normal, que incluso se ve reflejado en todas las curvas de crecimiento de la OMS. Aunque se introdujeran los sólidos, el bebé no seguirá subiendo de a 1 kilo o más por mes.

¿Por donde empezar?
- Adecuar el tamaño de la comida a sus habilidades: al principio, lo mejor son los trozos grandes que pueda agarrar con el puño (palitos o tiras). A medida que el bebé va desarrollando la motricidad fina podrás ir dándole trozos más pequeños.
- Sienta al bebé con la espalda recta, ya sea en tu regazo frente a la mesa o en una silla de comer. Comprueba que su postura es estable y que puede utilizar las manos y los brazos libremente. De este modo, facilitamos que la comida que todavía no es capaz de tragar, o que no desea tragar, caiga fuera de su boca.
- Ofrece la comida en lugar de dársela. Ponla frente al bebé o déjale que la coja de tu mano, de manera que sea él quien decida.
- Nunca fuerces al bebé a comer. No introduzcas el alimento en su boca ni trates de convencerlo para que coma más. Debe ser una experiencia agradable tanto para los padres como para el bebé, y es importante que él solo coja los alimentos, para que desarrolle la coordinación mano-boca.
- Ten paciencia y no te obsesiones con las cantidades. Muchos bebés comen muy poco durante los primeros meses. Un bebé no aprende a comer de un día para otro. Al principio apenas conseguirá coger un trozo grande y restregárselo por la cara. Conseguir introducir el alimento en la boca sin que se pierda la mitad por el camino llevará unos cuantos intentos.
- Introduce nuevas formas y texturas de manera gradual, para que tu bebé pueda descubrir cómo manejarlas.
- Vuelve a ofrecer más adelante la comida que ha rechazado. Los bebés cambian de opinión y pueden aceptar alimentos que en un primer momento rechazaron.
- Incluye al bebé en las comidas familiares siempre que puedas. Cuando sea posible –y apropiado para un bebé-, ofrécele la misma comida que estés comiendo, de manera que pueda imitar lo que tú haces.
- Si le pones cubiertos de bebés es probable que aprenda a usarlos antes también, porque imitará lo que hacen. No te estreses si no los toma, o si los toma mal (al comienzo la mayoría los agarra con todo el puño). Solito irá aprendiendo por imitación.
- Elije los momentos en los que el bebé no esté cansado o tenga hambre, ya que así se podrá concentrar mejor. En esta etapa, la hora de la comida es para jugar y aprender, ya que el bebé seguirá obteniendo practicamente todo el alimento que necesita de la leche.
- Sigue ofreciéndole el pecho o el biberón como siempre. La leche es la principal fuente nutricional del bebé hasta que tiene un año. Cuando el bebé necesite menos leche, reducirá las tomas por si mismo.
- No distraigas o apremies al bebé mientras esté manipulando la comida; deja que se concentre y se tome su tiempo ya que se interesará por muchos otros aspectos además del sabor; también percibe la textura, el color, el tamaño y la forma.
- Ofrécele agua con las comidas para que pueda beber si lo necesita, pero no te preocupes si no muestra interés. En especial, los bebés amamantados probablemente seguirán obteniendo todos los líquidos que necesitan del pecho durante algún tiempo. Pero es posible que si ofreciste algún alimento muy seco quiera probar un poco de agua mientras come.
- Asegúrate de que todos los que intervengan en la alimentación del bebé estén familiarizados con el método (abuelos, cuidadores, etc). Es importante que no se asusten o estén tensos porque los bebés perciben todo eso. Tampoco deben estar haciéndole fiesta, porque lo distraen.
- Nunca dejes al bebé solo mientras come.
- No te estreses con la suciedad. Con este método lo habitual, sobre todo al principio, es que quede más comida en la mesa, el suelo, y la ropa que en la boca del bebé. Un buen consejo es poner un mantel plástico bajo la silla de comer del bebé para proteger el suelo y usar baberos con mangas y ropa vieja o que ya esté sucia.
- Finalmente... Disfruta viendo como tu bebé aprende a comer y observando cómo desarrolla su habilidad con las manos y la boca durante todo el proceso

¿Qué comidas le puedo ofrecer a mi bebé?
Dependiendo de la edad, puedes compartir prácticamente cualquier plato saludable de la comida familiar con tu bebé. Por ejemplo: fruta, verduras, carne, queso, huevos bien hechos, pan (o tostadas), arroz, pasta y la mayoría de los pescados. Es importante que cocines sin sal los trozos que le darás a él.
Al principio, elije comidas que puedan ser cortadas fácilmente en palitos o tiras cuando el pequeño esté empezando.
Si ofreces a tu bebé comidas variadas, le estás dando la oportunidad de descubrir diferentes sabores y texturas y te aseguras de que obtiene todos los nutrientes que necesita.

Comidas a evitar
- Alimentos con sal o azucares añadidos. Lee las etiquetas cuidadosamente, ya que muchas comidas envasadas, como legumbres, empanadas o salsas, contienen grandes cantidades de sal.
- Comida rápida y platos preparados.
- Miel, marisco, pez espada y huevos crudos.
- Frutos secos o semillas enteras.
- Frutos pequeños con cuesco (como guindas). Puedes cortarlos a la mitad y sacarles el cuesco para evitar que se lo trague.

¿No se ahogará?
Siempre que se cumplan unas simples reglas de seguridad, la probabilidad de atragantamiento es menor que con cualquier otro método de introducción de alimento sólido.
Cuando permitimos al bebé controlar lo que se lleva a la boca, le estamos ayudando a aprender a comer de manera segura, por una razón puramente fisiológica: los bebés no son capaces de mover intencionadamente la comida hacia la garganta hasta después de haber desarrollado la habilidad de masticar. Y no desarrollan la habilidad de masticar hasta después de haber aprendido la habilidad que les permite alcanzar y agarrar cosas.
La capacidad de agarrar objetos muy pequeños se desarrolla aún más tarde. Así, un bebé muy pequeño no puede aumentar el riesgo de atragantamiento porque es incapaz de llevarse cosas pequeñas a la boca. Sin embargo, si alimentamos al bebé con la cuchara, estamos instándole a que sorba la comida hasta el fondo de la boca, sin haber desarrollado aún la habilidad de tragar, aumentando así el riesgo de atragantamiento.

Arcadas v/s Atragantamiento
Aunque a veces se confunden, son dos mecanismos relacionados pero diferentes.  Las arcadas son movimientos espasmódicos que alejan de las vías respiratorias los trozos de comida demasiado grandes. El bebé abre la boca y empuja hacia delante con la lengua; a veces, puede aparecer un trozo de comida en la boca o incluso llegan a vomitar. Los bebés que comen solos no parecen alterarse demasiado con ello y siguen comiendo sin mayor problema. Es importante que cuando esto suceda no te asustes ni grites ni hagas nada que pueda asustar al bebé. Para ellos es natural, e incluso es común ver bebés que vomitan para expulsar un trozo grande y luego siguen comiendo como si no hubiera pasado nada. Esa es una gran ventaja de introducir el método cuando son bebés, ya que los niños más grandes si se asustan y pueden tener miedo a comer en trozos.
Las arcadas son un mecanismo fundamental para que los bebés aprendan a comer de forma segura. El reflejo se desencadena en la parte anterior de la lengua en los bebés, y a medida que crecemos se va desplazando hacia la parte posterior, de manera que pierde efectividad como señal de alerta. Por eso también es más probable que haya atragantamiento en vez de arcada si se espera mucho para introducir los trozos. Los bebés que han podido experimentar con la comida desde el principio tienen, gracias a este mecanismo, la oportunidad de aprender a mantener la comida alejada de las vías respiratorias.

El BLW fomenta hábitos nutricionales más saludables
Un estudio realizado recientemente en el Reino Unido concluye, que los bebés que practican el baby led weaning tienden a elegir comidas más saludables que los que son alimentados con purés y papillas.
Otra conclusión importante de este estudio es que los bebés que practican el BLW presentaron un índice de masa corporal (IMC) menor, que no era atribuible a diferencias en el peso al nacer, IMC paterno o clase social. Esto supone que estos bebés presentan un menor riesgo de obesidad, tanto en su infancia como en su vida adulta, debido al establecimiento de unos hábitos alimenticios saludables desde el primer momento.

VENTAJAS del BLW
- Es más respetuosa con el bebé, tanto en lo que concierne a su ritmo de desarrollo como en lo referido a sus propios gustos personales.
- Es divertido. Permite al bebé explorar y practicar de una manera libre y lúdica contribuyendo a crear una actitud positiva hacia la comida, de manera que ayudará a evitar posibles trastornos alimenticios en la adolescencia.
- Es una oportunidad única de aprendizaje. Ofreciéndoles los alimentos por separado o de tal modo que ellos mismos puedan separarlos, les permitimos aprender sobre las diferencias entre los distintos sabores y texturas. Además, si les dejamos rechazar cualquier alimento que no parezca gustarles, contribuimos a que, en el futuro, sigan estando dispuestos a aceptar nuevos alimentos y sean menos “maniáticos” con la comida.
- Ayuda al bebé a autorregularse. Al igual que con la lactancia materna a demanda, que permite al bebé controlar cuando quiere calmar la sed o prefiere hacer una comida más completa, el BLW confía en el criterio del niño a la hora de elegir qué alimentos prefiere, qué cantidad, en qué orden, cuánto tiempo va a emplear para comerlo, etc. De este modo, permitimos que el bebé desarrolle sus mecanismos de control de la saciedad y evitamos que coman en exceso, disminuyendo así la probabilidad de futuras enfermedades, como obesidad o diabetes.
- El bebé se siente más seguro de sí mismo. Permitirle hacer las cosas por sí solo le da confianza en sus propias habilidades y conocimientos.
- Presenta los alimentos de una manera óptima. No se separan los alimentos por comidas (cereales en el desayuno y en la cena, fruta en la merienda y verduras y carne/pescado en la comida), sino que el bebé tiene a su disposición casi todos los grupos de alimentos en una sola comida, igual que los niños mayores y los adultos. De este modo, se combinan y aprovechan mejor los nutrientes. Por ejemplo, la carne tiene hierro, que se absorbe mejor en presencia de vitamina C. Etonces, si añadimos algo de fruta al final de la comida, el contenido en hierro de la carne será más aprovechado.
- Beneficia el desarrollo social del bebé. Permite incluir al niño en las comidas familiares, por lo que no sólo aprende sobre la comida y los alimentos, sino sobre la hora de comer como un momento para charlar, relacionarse, disfrutar de la compañía del resto de la familia, etc.
- Al igual que con la lactancia materna, el bebé come lo que necesita sin importar la cantidad. Es muy difícil medir lo que come un niño así, porque unos trozos los tira, otros se le quedan en el babero, otros se los come… El único medidor de que ha comido lo suficiente es su propia satisfacción.
- Es práctico. Si necesitas comer “fuera de casa” por ejemplo, durante un viaje o visita, no necesitas ir cargado con el “kit infantil”, en cualquier restaurante o casa podrás encontrar alimentos adecuados. Cualquier ensalada viene bien.
- Es más cómodo y barato, ya que no hay que comprar ni planificar alimentos especiales para el bebé, que comparte (siguiendo unas normas de seguridad básicas) los alimentos de la mesa familiar.

DESVENTAJAS
- Tener que dar explicaciones. Desde la suegra al pediatra, todo el mundo querrá saber porqué tu bebé no toma purés. Aunque algunas creemos que al pediatra ni siquiera es necesario decírselo.
- Limpiar la mesa, la silla, su ropa, su cara, el suelo y alrededores después de la comida. Aunque hay que reconocer que la combinación de cucharadas de papilla con manotazos, escupos y soplidos de un bebé, también tiene gran capacidad de ensuciar.

Si quieren buscar más información, les recomiendo que lean el libro "El niño ya come solo", de Gill Rapley, o "Mi niño no me come" de Carlos Gonzales (si no saben cómo conseguirlos me pueden mandar un mensaje en mi sitio de facebook).

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Adaptado para: https://www.facebook.com/crianzaconapegorespetuosa
Fuente: http://www.facebook.com/pages/Crianza-amorosa-lactancia-exitosa/1429013580647166

Masaje infantil, no sólo es relajante


Dar un masaje a nuestros pequeños puede ser muy placentero para ellos, y nos entrega un momento de conexión especial que ayuda a fortalecer nuestro vínculo. Pero además, produce un montón de beneficios para la salud del bebé, tanto física como mental, y para nosotros como padres.

BENEFICIOS PARA EL BEBÉ
- Mejora mucho la psicomotricidad del niño, desarrollando más rápidamente la coordinación motora: A través del tacto va tomando conciencia de su cuerpo y de sus límites.
- Tonifica: Los movimientos de vaciado venoso (desde el final de la extremidad hacia adentro) ayudan al retorno de la sangre al corazón y producen un efecto tonificante, aumentando las reacciones musculares, regulando las distensiones y las tensiones del cuerpo.
- Estimula y regulariza el sistema circulatorio, beneficiando al ritmo cardíaco: A mayor aporte de oxígeno mayor limpieza de la sangre.
- Regula y refuerza las funciones respiratoria: El masaje en la zona del pecho, espalda y hombros ayuda a regular el sistema respiratorio.
- Madura o regula el sistema gastrointestinal: El masaje durante los primeros meses ayuda a madurar el sistema gastrointestinal, y después a regularlo, mejorando la digestión, y ayudando así a subir de peso.
- Estimula el sistema madurativo, responsable del control postural, autonomía en el desplazamiento, comunicación, lenguaje verbal y la interacción con el ambiente que lo rodea.
- Estimula el sistema nervioso: Los estímulos táctil, auditivo, visual y emocional ponen al bebé en estado de alerta, y lo abre a procesos de memorización y aprendizaje.
- Ayuda a drenar el sistema linfático suavemente y estimula el sistema diurético del niño.
- Dependiendo del tipo de masaje, puede ayudar a aliviar las molestias de gases, cólicos, congestión, dentición y constipación.
- Mejora el sueño: El masaje relajante le ayuda a dormir más profundo y tranquilo.
- Baja los niveles de estrés y ansiedad: Ayuda a relajarlo, a liberar las tensiones y la ansiedad que se produce al encontrarse diariamente con cosas nuevas.
- Mantiene en equilibrio el sistema inmunológico y mejora su funcionamiento: Si el niño se siente tranquilo, querido y respetado, suben las defensas. El estrés, por el contrario, lo debilita.
- Ayuda a reducir la hipersensibilidad al tacto: Los bebés con problemas de aceptación del tacto (prematuros, hipersensitivos), van aumentando gradualmente la tolerancia de forma suave y cuidadosa.
- Mejora la autoestima y la confianza del bebé: El contacto le ayuda a sentirse contenido, querido, escuchado, comprendido y aceptado.
- Facilita la liberación de emociones del bebe.
- Favorecer que el bebé sea más receptivo y reaccione mejor al espacio que le rodea.
- Intensifica la comunicación afectiva entre el bebé y las personas de su entorno, facilitando la comunicación no verbal, ampliando el vínculo afectivo con sus padres, e incrementando el apego y los lazos.

BENEFICIOS PARA LOS PADRES
- Dar el masaje calma a los padres, favoreciendo a la relajación del estrés.
- Incrementa el vínculo padres/bebés.
- Favorece el instinto materno y paterno (lo puede crear si todavía no existe).
- Ayuda a las madres en la depresión post-parto.
- Mejora la intuición de los padres.
- Favorece el respeto mutuo, de los padres a los niños y de los niños a los padres.
- Ayuda a la comunicación no verbal.
- Enseña a los padres a tolerar las expresiones emocionales del hijo.
- Facilita la seguridad de los padres como padres, incrementando su confianza y aumentando la autoestima.
- Al mejorar el sueño del bebé los padres también consiguen dormir mejor.
- Puede ser un excelente momento de conexión con el padre, sobre todo si este se siente menos importante debido a la relación madre/hijo que se da con el amamantamiento.

Además trae beneficios para nuestra sociedad, puesto que el bebé que recibe amor durante su infancia está siendo preparado para ser un adulto equilibrado, sin traumas y que transmitirá buenos sentimientos a los demás y a toda la naturaleza.


¿CUÁNDO Y CÓMO COMENZAR?

Se puede empezar a dar masajes al bebé desde el primer mes de vida, y hasta la edad que se desee. Al comienzo el bebé sólo nos dejará hacerlo unos minutos. Si notamos que está incómodo no debemos insistir. Con el tiempo irá aprendiendo a disfrutarlo y el masaje se irá alargando. Es ideal que se haga todos los días, ya que así se acostumbran más fácilmente y con el tiempo se convierte en un momento esperado por ellos (vieran la carita que pone mi pequeño duende cuando pongo su música de masajes y le muestro mis manos moviendo los dedos. Aunque haya sido un día agotador, como cuando le tocan las vacunas, agita sus manitos y pies y me regala una sonrisa inmensa, como si hubiera estado esperando todo el día ese momento).  

El momento ideal es cualquiera que no sea justo después de las comidas. Puede ser en la mañana para estimularlo, en la noche antes o después del baño para relajarlo, y también en cada cambio de pañal si el masaje es para aliviar los cólicos. Hay quienes prefieren hacerlo siempre antes del baño para que el bebé no quede todo lleno de aceite o crema. Pero si tu bebé tiene tendencia a tener la piel seca, podría ser beneficioso dejarlo con algo hidratante.

Antes de empezar, procura que la casa esté a una temperatura adecuada para tener al bebé desnudo. Es importante que te saques todas las joyas y ojalá mantengas las uñas cortas para evitar rasguños. Siéntate en el suelo con las piernas abiertas, pon en el piso una toalla o colcha (ojalá sobre una colchoneta) y acuestas a tu bebé desnudo sobre esta, de espaldas, para que los dos se puedan mirar. Unta tus manos con un aceite natural o con la crema que sueles utilizar para hidratarlo (yo uso vaselina líquida) y frota tus manos para que esté calentito. Míralo a los ojos mostrándole las manos, como pidiéndole permiso, y comienza con el masaje (más abajo dejo unos videos que enseñan a hacerlos).

Es fundamental masajear al bebé en silencio (se puede poner una música suave de fondo). La comunicación durante el masaje será a través de las manos y las miradas. También es importante que durante el masaje todos los pensamientos y preocupaciones se aparten y toda la energía se concentre en el bebé. Si uno no está relajado al momento de hacer el masaje, el bebé lo percibe y puede que no se relaje como debería. En ese caso lo mejor es sustituir ese momento del masaje por otra actividad que no necesite tanta concentración. Y si el niño comienza a llorar o a quejarse cuando le estés dando el masaje, interprétalo como un NO MÁS y abandona el ejercicio. Es importante que tu y el bebé estén dispuestos. El masaje es un ritual de paz, seguridad, tranquilidad y amor entre los padres y los hijos.

El masaje debe ser evitado cuando el bebé esté con fiebre, gripe o algun infección.


APRENDIENDO A DAR MASAJES:
Les dejo algunos videos muy buenos para aprender a hacer distintos tipos de masajes.

Masaje Shantala: A mi gusto el más completo

Masaje relajante: ideal para las tardes, preparándolo para dormir más profundo

Masaje estimulante: ideal para comenzar el día

Masaje para aliviar los cólicos: si sufre mucho por los gases es ideal hacerlo cada vez que se cambie el pañal, y NO esperar a que esté con dolor (generalmente cuando les duele no nos dejan tocarle la pancita)


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Adaptado para: https://www.facebook.com/crianzaconapegorespetuosa
Fuentes:
http://elmasajeinfantil.com
http://www.elmasajeinfantil.com.ar/
http://www.guiainfantil.com/
http://www.masajeinfantil.es

Beneficios de portear a tu bebé


El bebé se siente seguro y protegido pegado al cuerpo de su madre o su padre. Poder oír el corazón y la voz de la madre o el padre, sentir su calor, su olor, y la sensación de ir suavemente apretado contra su cuerpo, les aporta mucha tranquilidad, ya que recrea las sensaciones vividas en el vientre materno.  
Lloran menos. Los bebés porteados son más tranquilos y lloran menos. Según un estudio publicado en la revista Pediatrics, al mantener a un bebé cerca del cuerpo adulto se produce una reducción del llanto del 43% durante el día y un 51% por la noche, ya que disminuyen los niveles de las hormonas del estrés, como el cortisol. 
Duermen mejor. Investigaciones científicas han demostrado que los bebés transportados en portabebés o con los que se ha practicado el Método Madre Canguro (bebés prematuros) aumentan de peso más rápidamente y descansan mejor.  
Son más independientes. Los niños porteados, por lo general, se convierten en personas más independientes y con mayor autoestima, ya que en los primeros meses de vida sus necesidades de contacto han sido cubiertas. Son niños sin carencias afectivas.  
Tienen un mejor desarrollo psicomotor. El balanceo y la estimulación que reciben, genera en los niños mejor equilibrio y mejor control postural, ya que su cuerpo se va adaptando a nuestro movimiento.  
Tienen un mayor desarrollo mental. Los bebés dedican más tiempo en alerta tranquila cuando van en brazos. Este es el estado ideal para aprender. Sus sentidos son estimulados al ver el mundo desde el mismo sitio que el porteador.
Los cólicos disminuyen. Llevar al bebé en posición vertical (vientre contra vientre) beneficia enormemente su sistema digestivo -todavía inmaduro- y facilita los movimientos peristálticos, además de la expulsión de gases.
Son más flexibles y fáciles de manejar puesto que no pierden la elasticidad de sus miembros. La investigadora Margaret Mead observó la inusual flexibilidad de los bebés balineses, que siempre iban cargados.
Son más sociables. Cuando el adulto habla con otras personas, el bebé se integra en la vida cotidiana, participandoen los paseos, risas y charlas.
El portabebés (ergonómico) asegura que la posición del bebé sea la correcta:
Es importante que el portabebé sea ergonómico, para que su postura sea fisiológica; piernas en posición de “ranita”, ligeramente abiertas (90º) y flexionadas, y las rodillas más elevadas que las nalgas. El bebé quede sentado y no colgado sobre los genitales (como en los portabebés o cangureras más comerciales, los cuales NO son recomendables). Además, su espalda queda curvada, en forma de “C”, emulando la posición fetal en la que se encontraba en el útero. Esto garantiza que la cabeza del fémur quede perfectamente encajada dentro del acetábulo (hueco de la articulación) de la cadera y ayuda a prevenir la luxación congénita de la misma (displasia de cadera).

También es beneficioso para los padres

Fortalece los vínculos. Con el contacto continuo se establece una relación muy especial entre el bebé y la madre, ya que la cercanía del recién nacido provoca la secreción de una serie de hormonas, como la oxitocina, también llamada “hormona del amor”, y la prolactina. También previene la depresión posparto, ya que el contacto directo aumenta el nivel de otras hormonas, como las endorfinas.
Mientras nuestro bebé está pegado  nosotros, tenemos la oportunidad de jugar con él, hablarle, mimarlo, cantarle, besarlo y acariciarlo. Así que llevar a nuestro bebé cerca de nuestro cuerpo no sólo es beneficioso y natural, sino, además, muy placentero.
Integra al padre. En ocasiones, puede ocurrir que el padre no encuentre del todo su lugar y se vea algo desplazado. Llevando al bebé aumentará su autoestima, se sentirá "más padre" y fortalecerá el vínculo con su bebe.
Aporta seguridad. Los padres y las madres que llevan a sus bebés pegados a sus cuerpos se sentirán más seguros y confiados porque serán capaces de reconocer más rápidamente las señales de su hijo e identificarlas (sueño, hambre, cansancio...).
Beneficia la lactancia materna. Llevar al bebé cerca provoca que la madre segregue oxitocina, lo que favorece la subida de la leche y un buen establecimiento de la lactancia materna. Además, facilita la lactancia a demanda, ya que el bebé puede mamar en cualquier instante con toda comodidad sin que la madre tenga que sacarlo del portabebés.
Permite tener las manos libres. Es más cómodo para realizar tareas habituales, tanto en casa como fuera. Por ejemplo, hacer las compras, ordenar, recoger a los hermanos mayores e incluso, como se ve en la foto, tocar guitarra.
Tonifica los músculos de la espalda. El peso total del niño está sostenido por el portabebés, que lo reparte por toda nuestra espalda. De esta manera, nuestro cuerpo se va adaptando progresivamente al peso del bebé, lo que contribuye a fortalecer nuestra musculatura y a tener un mejor control postural. Con todo esto, prevenimos los posibles dolores de espalda.

Si no sabes cómo elegir un portabebés indicado para ti y tu hij@, te dejo este link, muy claro y preciso, que te ayudará con la desición


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Adaptado para: https://www.facebook.com/crianzaconapegorespetuosa
Fuentes:
http://aventurasdepapas.blogspot.com
http://familiasenruta.com/crianza-viajera

¿Pero qué es eso de “Crianza con Apego” y “Crianza Respetuosa”?

La crianza con apego se basa en los principios de la teoría del apego, propuesta originalmente por el psiquiatra infantil John Bowlby. A través de estudios y observaciones directas de niños, Bowlby demostró que el apego (vínculo emocional que desarrolla el niño con sus cuidadores) es una necesidad primaria para garantizar el desarrollo saludable de los seres humanos, tan importante y vital como alimentarse. Si las necesidades como contacto, proximidad, mirada, cuerpo, consuelo… son satisfechas de manera constante, por parte de un adulto significativo, se sentarán las bases para el sano desarrollo del ser humano.

Al igual que otros primates, dependemos del contacto piel con piel para sentir afecto y seguridad, sobre todo cuando somos crías completamente carentes de autonomía y muy dependientes para sobrevivir. Estar en contacto permanente con el cuerpo de la madre nos permite sentirnos seguros, a salvo. Sentir la piel, el olor, la voz, los latidos de la madre, es nuestra garantía de sobrevivencia y es el modo de percibir seguridad, placer, amor, confianza.

Desde el primer momento en que un bebé registra una necesidad y hasta que la misma sea cubierta, el bebé atraviesa un lapso de sufrimiento, en el cual se llena de estrés y de miedo, porque biológicamente registra una amenaza a su sobrevivencia. El aumento en los niveles de estrés perjudica su desarrollo cerebral y emocional. Por eso, la crianza con apego derrumba el mito de que debemos enseñar a los bebés a "tolerar la frustración", y propone satisfacer de inmediato y continuamente sus necesidades.

Debemos recordar que nuestros antepasados llevaban a sus crías todo el tiempo en brazos o colgadas en pareos, dormían con ellas, las alimentaban con pecho durante años, las criaban piel con piel, sin dejarlas llorar, y todo esto porque de otro modo no hubiéramos sobrevivido como especie. Retomar esas prácticas es lo que propone la crianza con apego. Aunque ya no vivamos en cuevas al acecho de fieras predadoras, sino en hogares más seguros, los bebés de hoy no lo saben, son iguales a los bebés de hace millones de años, y siguen respondiendo a las mismas características biológicas de sus antepasados.

Mientras que la crianza con apego se enfoca en los primeros años de vida del ser humano, la crianza respetuosa podría verse como una extensión de esta misma. Propone que un niño, a cualquier edad, siempre necesita establecer un apego seguro con adultos significativos. Necesita contar con la certidumbre que le prodiga saber y experimentar que hay uno o varios adultos a su cargo, responsivos y en conexión con su alma infantil, para poder así desarrollarse sanamente.

Los principios de la crianza respetuosa podrían resumirse en cuatro aspectos fundamentales:
  1. Responder de inmediato y sostenidamente ante las necesidades, sentimientos y expresiones del niño.
  2. Ser capaces de sintonizar con el alma infantil de nuestros pequeños, reconociendo y valorando sus necesidades auténticas sin degradarlas a la condición de capricho.
  3. Tratar a los niños como a iguales. No hacer al niño lo que no nos gustaría que nos hicieran.
  4. Usar límites y disciplina razonable, no punitiva (sin premios y castigos), flexible, democrática, humanizada, respetuosa de los derechos del niño.
En resumen, es volver a las raíces, a conectarnos y dejar fluir nuestro instinto.

Pero en la práctica…¿qué vendría siendo criar con respeto? Les dejo la definición que dio Armando Bastida de Bebesymas, que me ha parecido preciosa y clara:
"... vendría a ser algo así como respetar al niño y sus tiempos, tratar de entender por qué hace las cosas que hace y tratarle con el mismo respeto que te gustaría haber recibido cuando fuiste niño y con el mismo respeto que quieres que tenga hacia ti como padre.
Dentro de ese respeto está el darle lo que crees que necesita en cada momento, a todos los niveles: amamantarle (la madre, claro), por ser el mejor alimento posible y por ser mucho más, pasar mucho tiempo con él, hablarle, jugar con él, cogerlo en brazos cuando lo necesite y/o cuando lo necesites, dormir con él si así duerme mejor, utilizar el diálogo para solucionar los problemas, servir de ejemplo para que aprendan con nosotros, hacerles saber que son importantes para nosotros y hacerles sentir del mismo modo y, un poco en definitiva, hacerles partícipes de nuestras vidas, compartiéndolas juntos, porque al nacer un niño los padres dejamos de ser una pareja y pasamos a ser una familia."

Como dijo una de las sabias mamas del grupo de crianza con apego de babycenter: "Criar con apego no siempre es sencillo ya que requiere de un gran compromiso, paz_ciencia, creatividad y empatía, pero lo vale. Es brindar lo mejor de nosotros a lo mejor de nosotros, nuestros hijos…"

Aprovecho de invitarlos a conocer el foro sobre crianza con apego de babycenter, donde las mamas y papas que seguimos este camino nos apoyamos y compartimos experiencias, información, dudas y mucho más.
http://espanol.babycenter.com/g25005727/crianza-con-apego


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Adaptado para: https://www.facebook.com/crianzaconapegorespetuosa
Fuentes:
http://www.inspirulina.com/crianza-con-apego-y-crianza-respetuosa-son-la-misma-cosa.html
http://www.bebesymas.com/ser-padres/cuando-a-lo-de-criar-con-apego-le-llega-la-fecha-de-caducidad
http://espanol.babycenter.com/thread/265679/crianza-con-apego-mitos-y-realidades